by Elena Sofía Zambrano
(The English translation of this article will be featured in next week’s blog post.)
Cuando llegué a Chile, a finales del 2011, quedé feliz e impresionada por la cantidad de mujeres despiertas, conscientes de sus ciclos, de su conexión con la Madre Tierra, trabajando por recuperar lo sagrado femenino. Era impresionante. Aquí y allá en ciudades a lo largo del país habían círculos de mujeres, talleres, terapias, cantos, y una potente energía de despertar femenino.
Las Carpas o Tiendas Rojas eran conocidas en menor grado, aunque muchas habían escuchado hablar de ellas, y de los tipis lunares, pero no eran eventos que se llevaban a cabo en general.
Red Tent in Chile
Cuando escuché por primera vez sobre el documental, supe que el mensaje en él era importantísimo; que era universal, que trascendía las barreras culturales y de lenguaje, ya que la película no es otra cosa que un viaje al corazón de lo femenino. Entonces contacté por primera vez a Isadora para saber si existía una versión subtitulada al español, y en caso de que no, para ofrecer mi trabajo para subtitularla. ¡Tantas mujeres despertando en esta región del mundo no podían quedarse sin ver la película!
El trabajo de traducción y subtitulaje fue un viaje hecho con amor, en el que intenté utilizar un español lo más internacional posible, y poniendo precaución en que las palabras cuidaran la belleza del mensaje original. Fue un trabajo cargado de emociones y de sueños y de mucha alegría.
Hace varios meses atrás que yo había estado organizando Carpas Rojas en Curicó, la ciudad en Chile en la que vivo actualmente. Cada Carpa había sido mágica, sanadora, y cargada de sabiduría. Me sentía muy emocionada al ver que nuestra Carpa podría bien haber formado parte del documental, pues nuestras historias son las mismas, así como nuestras lágrimas, nuestras alegrías y nuestros corazones. Me recordaba que este movimiento y florecimiento de la mujer es planetario y que cuando el Amor es nuestra guía, las diferencias que nos separan se disuelven.
Con el fin de llevar este mensaje a la mayor cantidad de mujeres posible, empecé a gestionar las proyecciones del documental en diferentes regiones del país. Empecé por organizar un primer ciclo de proyecciones, en el que viajaría a 4 regiones diferentes para llevar la película y celebrar una Carpa Roja. En cada ciudad, trabajé con diferentes mujeres para organizar el evento. Así que tuve la suerte de estar acompañada en este viaje por maravillosas mujeres con hermosos corazones que se dedican de diferentes maneras a honrar lo sagrado femenino. Sin Raquel (Palabra Mágica), Paulina y Alfonsina (Mamaluna) y Pamela (Aflora Mujer Sur) esta maravillosa experiencia no habría sido igual.
La primera proyección se llevó a cabo en la ciudad de Coyhaique, en la hermosa Patagonia chilena. El documental llegó a esa ciudad con la llegada del invierno y de una ligera nieve como un bello manto de paz. Fue estupendo poder llevar este mensaje tan al sur del planeta, y conocer la sabiduría de esas mujeres y sentir que será desde las raíces del planeta que se recuperará la sagrada feminidad. Fue un encuentro lleno de lágrimas sanadoras y en el que compartimos lindos rituales de agradecimiento.
La segunda parada fue en la mágica ciudad de Valparaíso. Y así de mágico fue el evento. La proyección estuvo cuajada de carcajadas y de llanto y de un bellísimo sentimiento de hermandad femenina. La Carpa Roja en Valparaíso logró una energía muy poderosa, transformadora, incluso catártica. Fue como un huracán que llegó con fuerza a limpiar, y después de su paso nos quedamos con el bello descansar de la paz que reina después de la tormenta. En ese fantástico círculo, logramos apreciar la magnitud de la fuerza que se logra cuando se unen las mujeres.
El documental llegó después a Santiago, la capital. Era un día de lluvia. El evento se llevó a cabo en un espacio hermoso, rodeado de un jardín silencioso que nos hizo sentir que estábamos lejos de la ciudad, y refugiadas en un bosque anciano alrededor de un caldero. Danzamos en círculo, cantamos, adornamos nuestros rostros con pintura roja y agradecimos la bendita lluvia que caía a nuestro alrededor.
La última parada fue en la ciudad de Pucón, bella tierra vigilada por un asombroso volcán y bañada por un espléndido lago. Ahí, entre telas rojas, coincidimos mujeres de diferentes países y de edades muy diferentes, pero con el mismo fuego femenino ardiendo en nuestro interior. Nos alcanzó la noche compartiendo historias, danzando y cantando y terminamos con un bello trabajo de bendición del útero.
Este primer largo camino ha sido mágico y transformador. El viajar por esta tierra irguiendo Carpas Rojas ha sido una experiencia asombrosa y poderosa. Cada mujer que ha puesto sus pies dentro de cada una de estas Carpas ha dejado en ella su huella, su energía, su historia, su linaje. Se han creado maravillosas redes de amor, de sanación, de creatividad y de reconexión. Ahora la primavera llega a Chile, y su belleza, renacer y fuerza creadora es impresionante, y acompañada de ella, florecemos muchas mujeres.
A partir del siguiente año se dará inicio a un segundo ciclo de proyecciones para seguir levantando espacios rojos y sagrados en otras ciudades y por diferentes regiones de Chile. Levantaremos Carpas Rojas para honrar al femenino sagrado, para recordar nuestra mágica sabiduría ancestral, para llevar este mensaje de amor y de sanación y de cambio. Para seguir plantando la semilla de la alegría de ser Mujer.
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Elena Sofía Zambrano, mexicana, facilitadora de talleres de sabiduría menstrual y de fertilidad consciente, de círculos de mujeres y Carpas Rojas. Moon Mother formada por Miranda Gray, gestora del proyecto Jardín en la Luna, co-creadora del proyecto La Manta Yoni y autora del libro Mujeres de aretes largos.
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